domingo, 11 de enero de 2009

[Relato] Las Crónicas de Hedge (1-2)

6to intento de continuar éste relato, que lleva fraguándose durante unos 5 o 6 años y del que tengo más ideas sueltas de las que podría escribir :P


LAS CRÓNICAS DE HEDGE


CAPÍTULO UNO: SOBRE MOJADO…

Lluvia sobre más lluvia. Trueno sobre rayo.
El sonido constante de las gotas cayendo en los charcos era tal que confundía el estruendo que la tormenta causaba por encima de las casas y los árboles. Tormenta como nunca la había habido desde hacía muchas décadas en la aldea de Nortlaiand. Las calles desiertas solo eran recorridas sin cesar por torrentes de agua sucia y los pájaros y alimañas que arrastraba junto con la basura del empedrado. A cualquier observador le habría extrañado ver al sombrío personaje envuelto en un manto de viaje totalmente empapado que, a toda prisa, transitaba buscando refugio.
El encapuchado sujeto se detiene al fin frente a la puerta de una posada, tomando aire vigorosamente, y la golpea con fuerza durante un rato, esperando exhausto que le oigan dentro a pesar del temporal.

Se abre un ventanuco en la puerta y asoma la nariz del posadero:

-¿Quién eres y que quieres a estas horas extranjero?-gruñó-La posada está repleta esta noche. Esto era evidente, dado el alborotado bullicio que se oía dentro.

-Mucho ha decaído tu hospitalidad en los últimos años Tantallos, si es que ya no das cobijo a los viejos amigos y les llamas forasteros- Dijo el agotado viajero mientras se echaba hacia atrás la capucha.

-… ¡¿Hedge?! ¿¿Eres tú?? No me lo puedo creer… Quién iba a pensar que vendrías en un momento como este, con la que está cayendo, estás loco amigo… Pero pasa venga, no te quedes allí, ellos podrían verte.

-La tormenta me ayudó a darles esquinazo –dijo Hedge mientras escurría su manto y lo colgaba en el perchero de la entrada- Además, te aseguro que no soy el único al que buscan esta noche, viejo amigo. Viniendo de camino he pasado de ser un tzaiger a un gnup albino y, perdóname, pero también me transformé en aracrosiano al pasar por delante del cuartel, para despistarlos…

-¡Jajajaja! ¡Tú y tu sentido del humor! Te agradezco que hayas atraído las miradas de la Guardia sobre la gente de mi raza. Ojalá se pudran eternamente en el infierno. ¡Me alegro de que me abandonaran esos asquerosos!

El posadero, viejo amigo de la infancia, me palmeó el hombro con sus dos manos derechas mientras soltaba una de sus ruidosas carcajadas. Tengo que decirle que deje de hacer eso cada vez que me ve, o un día me arrancará el brazo…

-En fin, sube dentro de un rato a mi habitación y hablaremos tranquilamente.-Prosiguió Tantallos mientras servía unas cervezas a un grupo de haik’dur sentados alrededor de una mesa-“Aquí aún tengo mucho que hacer, le diré a Steven que te suba algo de comida caliente enseguida. Y una buena jarra de cerveza”

Hedge también tenía cosas que hacer, y observó atentamente el oscuro rincón donde se reían y discutían los haik’dur a los que servía su amigo estaba sirviendo.

“Son haik’dur, los llamados Enanos Sombra. Se dice que repelen la luz -pensó-. Deben venir de Alth-Mirrk, a juzgar por las marcas de sus ropas”.

Era la primera vez que veía enanos sombra en persona, ya que su país se encuentra al Norte, más allá de la Cordillera del Crepúsculo, y yo llevaba muchos años al servicio de los destacamentos de la Rebelión en Senmaolia, en el caluroso Sur.

Me acerqué al haik’dur más próximo, que destacaba por estar más achispado que el resto, y le entretuve con una conversación sobre el precio del ullhidrium durante unos minutos. El resto participaron en la conversación, encantados de encontrar a un humano interesado en los minerales de su tierra.

Sin embargo me daba absolutamente igual el ullhidrium, el hierro, o cualquier mineral. Mi atención se centraba únicamente en los ojos del enano, mientras sentía que mi mente se afilaba. Cuando me consideré lo suficientemente concentrado lanzé una poderosa orden mental sobre mí mismo y una nueva y finisima Estría vertical de un brillante carmesí marcó mi iris. Otra más para la colección.

“Parece mentira la facilidad que he conseguido con la práctica para Fijar Estrías. Al principio me resultaba complicadísimo y ahora lo hago casi sin darme cuenta.”

Supongo que a estas alturas estaréis confusos. “¿Eso era magia?” “¿Qué quiere decir con Estrías?” “¿Qué es eso de iris?¿Se come?”… Preguntas así habrán surcado vuestra mente así que voy a aclarar las cosas antes de nada:

Soy un oftamorfo, ¿vale? Pertenezco a una antigua tribu que, en algún momento de su historia, consiguió el poder de Fijar Estrías de otras razas en sus ojos, para luego poder acceder a ellas y transformarse su antojo. Básicamente lo que hacemos es liberar a nuestro “yo potencial” de esa raza y adquirir su forma, por lo que no “copiamos” como esos asquerosos semi-camaleones que trabajan de espías en los suburbios. Lo nuestro es más original, más verdadero. Es mejor, vaya.
Y ahora volvamos a mi historia:

Mientras el tabernero continuaba ajetreado, me retiré a un rincón de los establos, donde adopté la forma recién adquirida de haik’dur.
Nadie me vería en la oscuridad que esta forma generaba a mí alrededor. Aprovechando este importante aliciente a la intimidad, saqué de un bolsillo de mi chaleco (que en la forma de enano sombra me llegaba a las rodillas) un pequeño objeto brillante. Se trataba de una esfera que brillaba con una tenue luz propia y no pesaba prácticamente nada.

Cuando Hedge la dejó caer el globo flotó lentamente hasta el suelo, como si su propia existencia tuviera la consistencia del éter.
Realmente yo no sabía aun que era ese objeto que hace unas horas brillaba en el bolsillo de un clérigo de la Guardia. Tampoco sabía quien era en realidad ese clérigo, aunque cuando me enterara no iba a gustar nada de nada…



-¿Hedge, estas ahí?-Se dejó oír la voz del posadero.
-Aquí estoy Tantallos…
-Un enano sombra, ya veo que no perdiste el tiempo. En serio a veces me pones los pelos de punta…
-Entonces estamos empatados, porque a mi me asquea tu forma de comer...
-¡Jajajaja!-sonó la jugosa risa del posadero- ¡Cuatro brazos, cuatro cubiertos amigo!

-Mira que eres bruto… Podrías probar a comer con algo de educación por una vez. Ninguna mujer te querrá si haces eso…

-¡Bueno, ahí tienes la razón, lo pensaré… Bueno, dejémonos de tonterías y vayamos a la habitación de arriba, tenemos asuntos que hablar.

Mientras subíamos por la roída escalera de pino atisbé un hilo brillante que conectaba la puerta con las habitaciones superiores. Era un hilo mental, habilidad innata de los aracrosianos, e invisible para cualquiera que su creador no decidiera como amigo. Si alguien los tocaba, Tantallos sentiría su presencia como si los hilos fueran sus propios dedos.

-No está de más ser prudente- dijo Tantallos al ver lo que Hedge miraba- No espero más visitas esta noche, y no quiero que me pillen desprevenido. Bueno, pasa compañero aquí esta la habitación.

Entramos en una habitación iluminada por dos candelabros de pared, y con una única ventana a través de la cual se veía la calle.

-Y dime -prosiguió Tantallos-, ¿cuál es el motivo de tu visita? ¿Tiene que ver con el robo de esta mañana?

-Vaya… ¿cómo lo has sabido?

-Hedge, quizá puedas engañar a esos payasos de la Guardias pero no a mí… Desde luego… ¿¿Es que no sabes lo que has robado??

-No. Lo robé porque sentí que su Aura era potente y no quería que la usara la Guardia contra nosotros. Quizás sea un nuevo tipo de arma mágica desarrollada por ellos.

-¡Hedge, ES un arma mágica, probablemente una de las más poderosas que se conocen! ¿Recuerdas la historia de Ruthmerl el mecamago?

-Vagamente. ¿Es la del mago inútil que no sabía hacer magia?

-Exacto. Ruthmerl era un humano que anhelaba hacer magia con todo sus ser, pero su cuerpo no poseía la mínima pizca de Aura.
No podía usar magia, pero no se rindió y consiguió fabricar aparatos que hicieran magia por él, mediante sus estudios alquímicos.

-Ah si ya recuerdo. ¿El que inventó el prisma de fuego y diseñó el helicañón verdad?

-Si… Y también lo que robaste es obra suya.


-…

-…

-…No será… No, no puede ser, fue destruido, es imposible que se trate de eso…

-Veámoslo. Muéstramelo y saldremos de dudas.

Saqué el orbe y lo deposité sobre la mesa con sumo cuidado, ante la mirada del posadero. Al examinarlo de cerca y en una estancia iluminada, el orbe parecía estar lleno de una sustancia líquida que producía aquella luz tenue. Decir líquida tampoco era del todo correcto, ya que no era fácil distinguir su estado: era algo así como sólido, líquido y gaseoso a la vez… O ninguno de ellos. Su descripción en los libros de historia era exacta…

-Hedge –dijo Tantallos tragando saliva- parece que mis temores tenían fundamento…

Es la Orbesfera de Ruthmerl.





CAPÍTULO DOS: LEYENDAS OLVIDADAS


La habitación se encontraba en un absoluto silencio, roto solo por el gotear de la cera de los candelabros y mi súbitamente agitada respiración.
La… ¿Orbesfera?…
No podía creerlo, simplemente era imposible. ¿Qué demonios iba a hacer tal artefacto en los desprotegidos bolsillos de un clérigo cualquiera de la Guardia?

“¿Cualquiera?...”

“Oh, mierda… La he metido hasta el fondo esta vez…”

Tantallos interrumpió mis reflexiones de forma contundente:

-Pero serás capullo… Buena la has liado, viejo amigo.

“Qué razón tienes” –pensé- “La Orbesfera…”

Aparecía en muchas de las leyendas de la antigüedad. Fue la mayor creación de Ruthmerl el mecamago, y también la causa de su perdición. Se decía que al sabio le fue encargada en una ocasión por el zar de Micht un arma que superara a su anterior helicañón (un cañón de aire que lanzaba proyectiles explosivos autopropulsados por reacciones alquímicas). La razón del encargo fue que, como siempre ha ocurrido con este tipo de industria, el país enemigo de Micht, su vecino Termea, disponía de los planos originales del helicañón y Micht quería un arma más efectiva y poderosa. Y lo más importante…

Única.

El resultado fue la Orbesfera, un objeto que tenía el poder de crear un ejército de la nada a partir de los tres estados de la materia, sin necesidad de ningún tipo de ingrediente o materia prima. A saber podía crear dragolems (sólido), limodones (líquido) y norvas (gaseoso). Estas criaturas fruto de la alquimia sirvieron al zar para derrotar y exterminar a Termea y a todos los países vecinos.

Al día siguiente de recibir el pago por sus esfuerzos, la casa de Ruthmerl fue completamente destruida hasta sus cimientos por un grupo de silenciosas norvas. Así el zar se aseguraba de que la Orbesfera fuese un arma única en el mundo.

Al final, cuentan que al zar se le subió el poder a la cabeza e intento crear un ejército demasiado grande para tratar de doblegar todo el mundo bajo su poder. Tan grande que ni siquiera el casi infinito poder de la Orbesfera pudo soportarlo y la energía acumulada se liberó de golpe. Esto provocó que los alrededores del zar (y dicho sea de paso, su país entero y los demás cercanos), fueran engullidos por la propia Orbesfera para reemplazar la energía perdida, algo que ni siquiera Ruthmerl hubiera sido capaz de prever. El lugar donde se encontraba el país se transformó así en un enorme cráter, de una perfecta forma semiesférica. Y no volvió a crecer o vivir nada allí, convirtiéndose el lugar en la áspera y muerta Depresión de Micht.

De la Orbesfera nada más se supo, pues estamos hablando de un espacio vacío de kilómetros y kilómetros cuadrados. Su paradero había permanecido oculto hasta entonces.

Ocho siglos y un día después de la catástrofe Hedge la había robado del bolsillo de Muylrrand.

Y una media hora después de esto Muylrrand ya había mandado en su busca a dos tercios de la Guardia Excelvia por todos los pueblos cercanos a Excelsia, capital del Imperio de Exceves I.

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Muylrrand andaba inquieto de un lado para otro del palacio del emperador. Aún no podía creer que después de tantos años (doscientos cuatro para ser exactos), cuando al fin consigue hacerse con la Orbesfera, se la roben… ¡¡Del bolsillo!!

Iba a matar a ese estúpido de Celsius, le daba igual que fuese la mano derecha del emperador… Bueno no, no le daba igual… Pero ¿cómo se le pudo ocurrir que sería más seguro ir de incógnito, con tan preciado objeto en el bolsillo?… Si por él fuera la llevaría en la mano, y con un letrero en la frente que dijera: “Mirad rateros, tengo la más poderosa arma que pueda existir en la mano, robadla, toda vuestra”.


En fin, lo hecho, hecho está. La Guardia encontraría al ladrón dentro de poco gracias al encantamiento de localización que conjuró sobre la esfera, y le darían su merecido. Él mismo, Muylrrand Jefe Supremo de Sacerdotes de Krea (Diosa de la destrucción y protectora del Imperio) y Magno Verdugo de la Orden Púrpura, se encargaría de que sufriera lo innombrable.
Después de saber cómo demonios fue capaz de robar una esfera, protegida por treinta y dos encantamientos distintos, del bolsillo (otros doce encantamientos) de un sacerdote de Krea (y se suman cuarenta y siete más).
Noventa y un encantamientos de alto nivel y solo funciona el de localización…


-¿Qué clase de criatura ha sido capaz de tal hazaña?



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-Hedge…

La voz de Tantallos retumbó en el cuarto.

-Que me empalen y me asen encima de una hoguera si se cómo has sido capaz de robarle eso a Muylrrand –prosiguió- pero lo que sí sé es que detrás tuya hay por lo menos dos tercios de la Guardia de Excelsia. Te aconsejaría que huyeras lo antes posible, después de deshacerte de esa cosa…

-Tantallos, ¿me estás diciendo que deje la que posiblemente sea el arma más poderosa del mundo a merced de la Guardia? ¿Sabes lo que eso podría significar?

-¿Tienes una idea mejor? –Dijo simplemente Tantallos- No duraremos ni una noche vivos aquí con eso junto a nosotros.

-Mmmm… Puede que sí que tenga una idea. Dime ¿sigues manteniendo el contacto con Cef?

-¿El viejo Ceferus? Claro que sí, ya sabes que somos parte de la Rebelión y tenemos formas de comunicarnos… Pero, ¿De qué nos serviría un tzaiger ahora?



-Vale… ya se por donde van los tiros. Más te vale que funcione y que no dure mucho.

El posadero tomó aire y admitió:

-Que ya sabes que no me gustan nada las alturas…

jueves, 1 de enero de 2009

[Internete - Tíos Que Se Aburrían] Gerry Phillips - Manualist Musician

Inauguro la primera entrada del año y de la sección internete con unos vídeos más que curiosos que he encontrado por ahí (youtube claro).

¿Que os habría ocurrido si en una fiesta de cumpleaños cuando erais pezkeñines se os acerca el típico payaso/animador contratado, y os enseña como se tira un pedo con las manos? (cómo imita el sonido quiero decir, no insinuo que tuviese un ano en la mano)

Supongo que hay varias posibilidades:

-Sorprenderte
-Intentar hacerlo tú
-Pasar del payaso por ser tan triste
...y así podría seguir con una respuesta acorde a cada elemento del monstruoso conjunto de personalidades infantiles. Sin embargo, si hubieras elegido la segunda...

...¿habrías seguido practicando?
...¿habrías descubierto que eras capaz de hacer sonar notas como quien silba?
...¿habrías empezado tocando canciones simples, y terminando con temas como Bohemian Rhapsody, Crazy Train, Stairway to heaven y similares?

Pues eso es lo que hizo éste tipo:

Crazy Train:
http://www.youtube.com/watch?v=L0xk_dMK1NE&feature=channel

Under the Bridge:
http://www.youtube.com/watch?v=85MEoxQ9cAE&feature=channel_page

Smoke on the water:
http://www.youtube.com/watch?v=P7THKUclnBQ&feature=channel

Stairway to heaven:
http://www.youtube.com/watch?v=PaBMmg-hdcc&feature=channel

Bohemian Rhapsody:
http://www.youtube.com/watch?v=IOyEw9bT8yQ

The Legend of Zelda theme:
http://www.youtube.com/watch?v=W9UGUJE0g1Q&feature=channel

Ésta es por tanto, la historia de Un Tío Que Se Aburría. Un saludo.
http://resolviendoejerciciosdeprogramacion.blogspot.com.es http://resolviendoejerciciosdeprogramacion.blogspot.com.es http://resolviendoejerciciosdeprogramacion.blogspot.com.es