lunes, 24 de noviembre de 2008

[De todo y de nada] Cosas I

Auf... estoy agotado, pero tengo ganas de escribir, no lo entiendo. ¿Escribir qué? Pues de todo y de nada, simplemente parezco padecer algún tipo de verborrea virtual, ganas de vomitar letras por los dedos. Así que os jodéis y a leer, aunque tenéis que estar bastante aburridos para hacerlo. Yo por si acaso aviso: toda entrada del tipo [De todo y nada] está destinada a no tener mayor relevancia que la que tendría una pluma en una báscula de camiones. Camiones muy pesados cargados de Valverde hasta los topes. Estáis advertidos.


Bueno, al caso. Hablaré por ejemplo del aikido, que llevo dando clases un par de semanas y me está molando bastante. El hecho de que el sensei pudiera ser mi abuelo (en edad y en ruralidad-adquirida-por-los-años) y de que de momento sufro unas agujetas bastísimas cada martes y jueves no conseguirá echarme pa'trás. Por ahora aprendo cosas nuevas cada día, tantas técnicas y cosas que no consigo recordarlas todas, así que aunque luego la cosa se atasque y no aprenda más (ya sé como son éstas cosas) para empezar no está nada mal. Aunque me dan mal rollo los cuchillos (tanto) de goma... en fin.

Hoy he leído un libro que vi colgado en el blog del consejo de estudiantes hace tiempo, y me ha enganchado bastante. Es una sátira cómica a la realidad ingenieril, así que supongo que a la mayoría de los que pretendan sacarse una ingeniería les interesará (advertencia: contiene chistes técnicos, si no pillas algo es normal):

http://www.alfredodehoces.com/files/MemoriasDeUnIngeniero.pdf


Bueno, y a mis inexistentes (o tímidos, no hay que perder la fé) seguidores les aviso de que no sé cuando continuaré "Tool Haëger". Estoy en ello, dándole vueltas a muchas ideas y tal, porque quiero que quede bien, no se trata de escribir por escribir (como ésta entrada). ¿A quién quiero engañar... Quién lee ésto? xD

Bueno, en breve subiré el resto de relatos míos que solté a pulular por la web desde los 13 años más o menos. Los corregiré y depuraré para que estén limpitos y legibles, así que leedlos y tal.

Bueno, y hasta aquí llego. Un saludo.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

[Manga] BioMeat

De vez en cuando abriré entradas recomendando mangas, animes, series y frikadas en general no muy (o incluso escasamente) conocidas, haciendo resúmenes y todo el rollo.

Hoy escribo sobre el manga que me mantiene ahora mismo (1:24 de la mañana) pegado a la pantalla. Si ésto sigue así difícilmente podré levantarme para ir a clase, pero bueno, ésa es (como decía y repetía Michael Ende-sama) "otra historia y deberá ser contada en otro lugar".

El manga en cuestión se llama BioMeat, y está bastante fuera de lo común dentro de su género. Si estáis cansados de los típicos shonen de héroes con poderes y malos muy malos cuyo único propósito es conseguir "X" por los medios más "evil" posibles... aquí os dejo algo que os gustará.

La historia nos sitúa en un Japón donde la fiebre del ladrillo, la industria y la contaminación ha casi imposibilitado la cría de ganado, provocando una estrafalaria subida de los precios de todo tipo de carne. Japón entra en crisis a nivel mundial... hasta que se crean los BioMeat (o B-M). Éstos adorables animalitos artificiales están hechos para comer y ser comidos. De hecho pueden comer de todo excepto metal y cristal, lo que ha permitido a los japos abaratar el coste del tratamiento de residuos, no sólo recuperándose de la crisis con la venta de la B-M (como sucedáneo del cerdo, pollo etc.. mucho más barato) sino recuperando su puesto de gran potencia internacional...

¿Y qué mierda de manga es éste? ¿Qué puede tener de interesante la cría de ganado artificial?

Pues resulta bastante interesante cuando un terremoto daña una planta de tratamiento de residuos, liberando a los biomeats (cuya imagen nunca había sido vista por el público civil) que se esparcen por la ciudad buscando comida. ¿Dije que comían de todo verdad? Pues eso.

Lo mejor es cómo evoluciona la serie a partir de ésta estrambótica idea inicial. Un seinen (manga adulto) de terror, estilo survival horror, pero con pequeños animalitos asesinos en vez de zombis.
Muy recomendada para todos a los que les guste el género de terror, o los que sientan curiosidad por leer algo distinto.

Mangas parecidos: King of Thorns.

martes, 18 de noviembre de 2008

[Relato] Tool Haeger, Capítulo 1

Quizás el capítulo sea demasiado corto, pero no me gusta alargarlos demasiado. Me es más fácil escribir ésta cantidad del tirón que ir completando un poco cada vez. Además así puedo actualizar más a menudo. Bueno, espero que os guste.


CAPÍTULO UNO: BIENVENIDO


Recobré el sentido en una extraña habitación. Muy extraña, extrañísima. De hecho hasta ahora ocupaba el primer puesto en mi lista personal de habitaciones extrañas.


Lo primero que captó mi atención fue el techo, color jade y decorado con filigranas y relieves en forma de espiral. Del centro de cada espiral bajaba una cadena distinta, como una prolongación del grabado. No había, al menos a simple vista, ninguna cadena igual en toda la habitación: blanca y luminosa, púrpura y con eslabones espinados, plateada con forma de cremallera... las había para todos los gustos. Desde luego el techo no era muy normal, la habitación se merecía su puesto en mi ranking sólo por esos detalles. Pero no era lo único que llamaba la atención, ni mucho menos. Toda la sala estaba repleta de libros, colgando de estanterías en las paredes, tirados por el suelo, abiertos sobre escritorios repletos de piedras y frascos extraños... Los pocos espacios de pared sin estantería estaban ocupados por una colección de lanzas y flechas a cada cual más rara...


Bueno, y yo clavado a un enorme círculo de piedra por cortesía de una brillante lanza dorada. Decididamente se había ganado el record a pulso, y esperaba que ninguna otra habitación la superase en lo que me quedase de vid... bueno, sabéis a que me refiero.


-”Parece que nuestro invitado ha despertado al fin. No seamos descorteses Gorad, hazlo pasar.”


La voz cortó el aire de la sala como si fuese un filete poco hecho. Era una voz suave, queda pero firme, que parecía venir de detrás de una cortinilla de abalorios y amuletos al otro lado de la sala. La cortina se abrió de golpe por acción de una mano del color y la apariencia del ónice. La típica mano de todos los día que te imaginas destruyendo un par de paredes de hormigón sin demasiado esfuerzo.

A la mano le siguió un gigantesco pie embutido en una bota de hierro negro. Instantes después cruzó el umbral la “persona” más grande que había visto en mi vida.


Gorad (pues supuse que ése era su nombre ya que de ninguna forma la fina voz de antes podía provenir de semejante monstruo) mediría fácilmente unos 3 metros. Su piel de ébano relucía como una temblorosa perla negra cuando la luz de los candiles se reflejaba en las cadenas, y sus ojos, completamente blancos (y digo completamente) parecían ver más allá del monolito de piedra en que me hallaba empalado. Era una mirada que analizaba el contenido de mi cabeza con la suavidad y el tacto de una bola de demolición.


Tragué saliva. Bueno, lo intenté.


Gorad se paró ante mis ojos, a medio metro escaso y, cuidadosamente (para mi sorpresa) separó la lanza del altar circular. Con menos cuidado se la echó al hombro (conmigo aún atravesado cual pinchito moruno) y cruzó la sala hacia la habitación de la cortina. Los abalorios golpearon mi nuca mientras cruzamos el umbral, y el fuerte olor del incienso sacudió mis fosas nasales justo al entrar. Gorad me sujetó por las axilas (con una sola mano) y, sin ningun tipo de expresión, arrancó de cuajo de mi pecho mi dorada y puntiaguda compañera.

Grité... y mientras lo hacía me di cuenta de que el humo del incienso se concentraba en el agujero que había dejado la lanza, arremolinándose como un enjambre de insectos sobre un cadáver. Cuando se dispersó también lo hicieron el dolor y todo rastro de la herida. Estaban poniendo a prueba mi capacidad para sorprenderme, eso sin duda.


Gorad me dejó sobre un enorme cojín ribeteado, bastante más cómodo que el monolito de antes. Volvió a atravesar la cortina de amuletos con la lanza en la mano. En ese momento me giré para ver al dueño de la fría voz de antes.


La persona en cuestión se hallaba sentado sobre un cojín, al otro lado de una mesa llena de inciensarios que la envolvían en una espesa y dulzona neblina. Sólo podía atisbar la silueta de mi anfitrión a través del humo, cuando vi que una mano rompía la densa barrera que le separaba de la mesa y recogía una desapercibida taza de té. La mano volvió a refugiarse detrás de la cortina de humo, y después de escuchar un par de rápidos sorbos volvió a sonar la helada voz de antes, risueña:


-”Bienvenido a mi hogar detective. Mi nombre es Gaeleus...”


“Gaeleus Marksman”

jueves, 13 de noviembre de 2008

[Relato] Tool Häeger, prólogo.

Bueno, una de las muchas barrabasadas que he empezado, por si a alguien le interesa.

Género: fantasía, policiaco.

------------------------
------------------------

PRÓLOGO


Sin duda alguna. El tabaco era lo que más echaba de menos.


Había intentado fumar, todavía tenía el paquete casi acabado de aquel día en el bolsillo…pero fumar sin tener pulmones que arruinar no era lo mismo. Además el humo me salía por la nuca y la espalda y me hacía parecer una olla Express demasiado caliente.


Estar muerto es una mierda.


Comencé el gesto de sacar mi bloc de notas para repasar las pistas que había reunido hasta el momento, pero lo dejé a la mitad. No tenía nada de nada, ni tan siquiera recordaba mi nombre. Sabía que sólo una cosa me mantenía con vida, y ésta era pura y simple… curiosidad. La agobiante y sinuosa curiosidad que me asfixiaba, y que me hacía saber que no desaparecería hasta que resolviera el misterio de mi propia muerte…


Recordaba haber sido un detective en vida. Recordaba la luz contorsionándose a través de las persianas de mi oficina, atravesando la barrera de humo que la inundaba . Recordaba que morí al instante, la muerte atravesó mi cuerpo en el que sin duda fue el momento más confuso de mi vida… y de mi no-vida, también. Sabía que no tenía ni había tenido nunca recuerdo alguno sobre la marca con forma de “phi” griega que destacaba en el dorso de mi mano derecha…


Y ya está. Nada más.


Estar muerto es una mierda.


Balanceé el cigarro entre mis etéreos dientes, el último cigarro, siempre el último... Cuando volvía a mirar en el paquete otro ocupaba obedientemente su lugar. Hay que reconocer que la Muerte tiene un curioso sentido del humor, algún día la invitaré a una no-cerveza. Y tal vez pudiera sacarle algo sobre esa mierda de nombre que ocupaba la primera página de mi bloc.


Y es que en mi libreta aún quedaba una ínfima huella de mi antigua vida, un nombre:


“Gaeleus Marksman”


Tampoco recordaba nada acerca de ese nombre, pero estaba totalmente seguro de que no era el mío. Lo que quedaba de mi orgullo parecía gritármelo a la cara cuando lo pensaba.


En fin, olla Express o no, sacudí mi zippo y encendí el pitillo. Apenas había dado dos caladas cuando un dolor jodidamente intenso hizo que se me cayera de la boca.


-“¡Argh!… Pero… qué coño…”


De pronto sentía una punzada candente en mi espalda, como si una lanza me hubiera atravesado de parte a parte. Si ésto era cáncer entonces el humor de La Muerte es más negro de lo que esperaba. La iba a invitar su puta madre vaya... Esto duele de verdad...


-“¡¿Una lanza?!”


Una lanza... es básicamente un palo con algo que pincha en la punta ¿no? Entonces si que era una lanza...


Una brillante lanza dorada me estaba atravesando de parte a parte. Y lo peor de todo: dolía…


Ahí estaba yo, tratando de asumir la situación, imaginando como sería mi no-vida de fantasma amnésico empalado a partir de ahora, cuando escuché a mi espalda un tintineo de cadenas. La lanza vibró. Las cadenas parecieron tensarse en mi imaginación, e instintivamente lo supe.


No tenía bastante con una lanza. Tenía que ser un puto arpón…Y algo tiraba de él. Algo con MUCHA fuerza.


Decididamente, estar muerto es una puta mierda.

Inauguración del blog

Bueno, supongo que esto ya está en marcha. Hací­a tiempo que querí­a hacerme un blog, pero como todo lo que empiezo nunca lo termino, la idea solí­a quedarse en eso: en idea. No sé quien entrará por aquí­ de momento, pero pienso llenarlo de todas las chorradas literarias y frikadas que salgan de mi cabeza.


Un saludo, futuros visitantes :P
http://resolviendoejerciciosdeprogramacion.blogspot.com.es http://resolviendoejerciciosdeprogramacion.blogspot.com.es http://resolviendoejerciciosdeprogramacion.blogspot.com.es